JORNADA INTERNACIONAL
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25 AÑOS
HACIENDO LAS PACES
Hace 25 años que se abrió este espacio de aprendizaje y conversación intercultural e interdisclipinar que constituye el Máster Universitario en Estudios Internacionales de Paz, Conflictos y Desarrollo. Desde entonces, estudiantado y profesorado de todos los continentes nos hemos reunido año tras año para establecer un diálogo en torno a las distintas formas de hacer las paces, continuando el legado de nuestro fundador Vicent Martínez Guzmán. La Jornada Internacional 25 años haciendo las paces nace precisamente para celebrar cada uno de estos encuentros: una celebración al diálogo, la transformación y la paz.
grullas de paz
Para celebrar el 25 aniversario del Máster en Estudios Internacionales de Paz, Conflictos y Desarrollo hemos elegido una grulla de origami como símbolo de tantos años construyendo las paces. Detrás de esta figura se esconde una historia que guarda una gran relación con las culturas de paz y que queremos compartir con vosotros y vosotras.
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El origami es un arte espiritual con siglos de historia basado en crear bellas esculturas de papel. Para quien lo practica es un momento íntimo en el que entra en un proceso mental que le aporta calma, paciencia y le hace más consciente de su presencia en el universo. Favorece, a su vez, la expresividad, el desahogo emocional, la atención, el autoconocimiento y la relajación.
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Uno de los símbolos de paz más representativos en relación al origami es la grulla, mejor conocida en Japón como tsurus. Detrás de esta simbología se esconde la historia de Sadako Sasaki, una niña que fue testigo de la bomba atómica en su ciudad natal, Hiroshima. A raíz de la irradiación que le produjo la bomba fue diagnosticada de leucemia. En el hospital, su amiga Chizucho le contó una historia sobre las grullas (tsurus): la leyenda cuenta que, si tienes un deseo y construyes mil grullas, los dioses te lo concederán.
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El deseo de la niña era curarse, y también que se terminara la guerra, por lo que comenzó a hacer los famosos tsurus. Sin embargo, murió antes de terminar los mil. Sadako dejó 644 grullas de papel, pero sus amigos del hospital decidieron terminar su labor, que se haría conocida internacionalmente como símbolo de paz. Cada año, miles de niños de todo el mundo mandan sus grullas hechas a mano para continuar ese mensaje de paz.
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Así, en esta celebración de los 25 años del Máster hemos retomado la grulla para seguir manteniendo vivo el deseo de paz en el mundo.